La eyaculación precoz es uno de las principales disfunciones que padecen mis pacientes, y de los casos que más se llena mi agenda. Lamentablemente todos mis pacientes eyaculadores precoces tienen una característica en común, y es la vergüenza y la culpa de padecer de esta disfunción y de no poder hacer tener un orgasmo a sus parejas a través de la penetración. Es por ello que les preparé con mucho cariño esta carta:
Querido amigo, la eyaculación precoz es un problema que afecta casi al 30% de la población masculina a nivel mundial. Es decir – Y para aterrizar aún más el dato – si en Chile somos 18 millones, la mitad es de género masculino y si calculas el 30% son 2.700.000.- personas que padecen eyaculación Precoz. Y más aterrizado aún, si en tu trabajo tienes 10 colegas hombres, es muy probable que tres de ellos sean eyaculadores precoces y no tienes idea. Nunca te enteraste y ellos nunca se enterarán de que tú lo eres también dado que este es (léase con voz lúgubre) un secreto terrible e imperdonable… nada más lejos de la realidad. Entonces cuéntame, por qué tanta culpa? Y lo más importante, de quien crees que es la culpa? Bueno, yo te lo diré ahora:
1) La mala educación sexual que recibieron nuestros padres. Quienes al verte masturbarte al ser adolecentes te dijeron: «no lo hagas más porque se te va a caer» – «no lo hagas más porque el diablo te vendrá a buscar»- «que te lleva el viejo del saco» – “Que es pecado” – “que no vas a poder tener hijos después». Entonces que hacías? Te masturbabas escondido y lo más rápido posible verdad?
2) El concurso que hiciste con tus compañeros de colegio adolecentes, donde se masturbaban y ganaba el que llegaba primero. Ahora sabemos que el que llega primero pierde verdad?
3) Tus padres (no por su propia culpa, sino más bien porque a ellos les enseñaron peor), que nunca te educaron en lo sexual, o te enseñaron lo justo y preciso «Así se pone el condón», sería todo.
4) Esa polola que en la cama era más floja que la mandíbula de arriba, que nunca te dijo que le gustaba ni donde ni como, esperando que fueras un psíquico lector de mentes femeninas y la hicieras alcanzar SU orgasmo.
5) Y tú. Si, tu. Tu cabeza estresada, sintiendo todo el tiempo esta responsabilidad de entregar el orgasmo a tu pareja. Asustado para no dejarla «pagando», ansioso y más preocupado de ella que de disfrutar tú también!!. Y finalmente la terrible pérdida de confianza en ti mismo después de un par de veces que te ocurrió este «accidente».
Esto es súper importante y aquí me detendré. En el momento en que pierdes la confianza en ti mismo se produce el Circulo Vicioso que te convierte en Eyaculador Precoz.
Finalmente entendemos es un estado mental deteriorado y que requiere reeducarse urgentemente. Yo te ayudo con todo lo que entrega la terapia, y tú? Como te ayudas? Primero y lo más importante es que te quites esta culpa, estrés, desconfianza, inseguridad y que te apoyes en todas las herramientas a tu alcance: Tu sexóloga, ejercicios, buena alimentación, medicamentos (por qué no?) y acá va un tip – conservadores no seguir leyendo por favor – Si tu deseo es darle un buen orgasmo a tu pareja (o más de uno), apóyate en una buena tienda de juguetería para adultos. Busca una que tenga asesores que te orienten y te guíen en lo que más te ayudará, un lubricante retardante, un lubricante efecto calor para ella, aceites comestibles para masajes, un vibrador (por qué no?), etc. Todo aquello que le quite presión a tu pene y a tu cabeza. En serio, perdón la rudeza pero todo aquello que le quite la presión al desempeño de tu pene o la duración de la erección del mismo será bienvenido. Sentirás alivio y de a poco irás recobrando confianza y disfrutando tú también, que te lo mereces hombre!. Apóyate en todo lo que puedas, tu pareja si es que la tienes, tu sexóloga, tu sexshop favorito. Estamos todos para ti. Un abrazo y te deseo tranquilidad y satisfacción.
Karen Figueroa García – Terapeuta Sexóloga